De tu mano a tu pie
de tu cabeza al sueño
del cielo al infierno
recorro tu cuerpo, pausado
sin prisa
mirando de cerca todos los lugares
que en otro tiempo sólo se me prometían.
Mis dedos son celosos guardas
que cumplen su ronda
sin otro objetivo
que cubrir todo el terreno
y no dejar rincón sin revisar.
Tú, ojos cerrados
y boca entreabierta
devoras el mundo entero.
Mientras las ansias te consumen
y la espera te enerva
te abres, te entregas
te pierdes en el mar
me sacas del aire
y me envuelves en tu carne
para así acompasados
llegar juntos
jadeantes
cansados
al punto en que la realidad
es líquido que fluye
y se derrama entre tus piernas.
tus ojos entonces son dos pozos
donde las estrellas se reflejan
y mi voz se hace eco
perdiéndose, difusa
enredada en tu cabello
buscando tu mano y tu boca
buscando levantar una vez más
la batalla en la que sin muerte
penetro en tu piel
y me vuelvo uno contigo.
de tu cabeza al sueño
del cielo al infierno
recorro tu cuerpo, pausado
sin prisa
mirando de cerca todos los lugares
que en otro tiempo sólo se me prometían.
Mis dedos son celosos guardas
que cumplen su ronda
sin otro objetivo
que cubrir todo el terreno
y no dejar rincón sin revisar.
Tú, ojos cerrados
y boca entreabierta
devoras el mundo entero.
Mientras las ansias te consumen
y la espera te enerva
te abres, te entregas
te pierdes en el mar
me sacas del aire
y me envuelves en tu carne
para así acompasados
llegar juntos
jadeantes
cansados
al punto en que la realidad
es líquido que fluye
y se derrama entre tus piernas.
tus ojos entonces son dos pozos
donde las estrellas se reflejan
y mi voz se hace eco
perdiéndose, difusa
enredada en tu cabello
buscando tu mano y tu boca
buscando levantar una vez más
la batalla en la que sin muerte
penetro en tu piel
y me vuelvo uno contigo.
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