6/15/2012

Escampa.

Mira más allá de tus narices, Lucía, que la tormenta ya escampa y los cerros se aprecian en toda su verditud. Ahora es el momento de recoger las lonas y estirar las piernas, que el trabajo se viene pesado y no nos queda más remedio que empezarle a trabajar.

Mira, no remolonees que nomás hay de dos sopas, o lo haces o lo haces. Nada nunca se ganó esperando que llegara, ni las conquistas que tanto cantan los viejos se lograron en un día. ¡te duele el lomito! es que te hace falta moverlo. Toma el azadón y ponte, que ya los gallos cantan anunciando el inicio de jornada ¡qué mas da que sean las cuatro de la tarde, si aún hay sol en el cielo y ganas en las manos!

Pero no me pongas esa cara, mira que te prometo que saldremos bien de ésta. ¿Te acuerdas que te dije lo mismo la temporada pasada? Bueno, tampoco es para que me lo reclames, que el patrón nos la puso difícil, y no supimos organizarnos. nos la volvieron a aplicar, y ahí fuimos, todos juntos, otra vez sin decir nada. ¡Pero alégrate, mujer, que ahora todo pinta distinto! ¡Mira qué azul se ve el cielo, qué fresca se siente la tarde! Es ahora que hay que trabajarle, para adelantarle al día de mañana. ¡Apúrale que la noche acecha, y no queremos que nos agarre acá, afuera y trabajando! Mira que mi abuelita, que dios la tenga en su gloria, decía que la noche se hizo pa' descansar, y no p'andar por ahí, elucubrando, nomás viendo qué inventa uno.

Aprieta el paso y no llores, que mira que yo no lloro. Si nos vuelve a pasar lo mismo, no nos vamos a dejar. Te lo prometo, Lucía. No nos vamos a dejar.

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