Lo que originalmente iba a ser un título negativo, definitivo y completamente asertivo, ha cambiado a una pregunta en respeto del rigor en el que tanto insistieron mis maestros a lo largo de mi dolorosa educación.
Me parece que el movimiento de oposición a la imposición desde los medios masivos de comunicación está sufriendo de una serie de dolores que bien podrían indicar una próxima disolución si no se atienden de manera urgente.
Algunas cuestiones al aire... ¿Por qué sólo televisa está siendo contemplada en el boicot y no TV azteca, o cadena 3 o, para el caso, cualquier otra televisora que caiga en el esquema de manipulación que tanto hemos estado denunciando (o sea, la mayoría)? ¿es que esas no manipulan?¿Contra qué estamos luchando precisamente? ¿Estamos preparados para aceptar las consecuencias de todo lo que estamos exigiendo?
¿Qué sigue en el movimiento, si es que hay tal? ¿Y que pasa si obtenemos lo que queremos? ¿Qué significa "democratizar los medios"? ¿Es sólo un pretexto para que se dediquen a transmitir lo que nosotros les decimos?
Más allá de cuestiones espinosas, me parece claro que hay algo que no se puede negar:
1. Los medios masivos de comunicación son un instrumento de control y manipulación per se, sin importar quién o quienes los ocupen.
2. Querer controlar lo que los medios dicen o no es querer controlar lo que la gente debe o no debe oír y ver. Podremos tener las mejores intenciones, pero nadie es dueño de la verdad, por lo que nada garantiza que, una vez con el control de la tele, no acabemos haciendo lo mismo.
3. La educación y la cultura no pueden ser impuestas, punto.
4. Es nuestro deber, en tanto que personas pensantes y tolerantes, que buscan una sociedad plural y participativa, sugerir a las personas que viven en el mundo de las apariencias que la tele les oferta que se desconecten un momento y empiecen a buscar alternativas. Algunos escucharán, la mayor parte no, pero es la única tarea a la altura de la nobleza de nuestras intenciones. Hacer más aue esto, sería un error que se pagaría caro en el futuro a mediano plazo.
No. Televisa no es el enemigo. Televisa es una empresa que ofrece a las personas que la siguen entretenimiento y escapismo fácil. De mala calidad, de acuerdo, y con más desinformación que información. Pero esto es cierto para todos los transmisores de información masivos. Es en ese sentido que es la televisión en general el enemigo, es a ella a la que hay que pegarle. Y la mejor manera de hacerlo será apagándola, y mostrándole a los demás las conveniencias de apagarla.
Me parece que el movimiento de oposición a la imposición desde los medios masivos de comunicación está sufriendo de una serie de dolores que bien podrían indicar una próxima disolución si no se atienden de manera urgente.
Algunas cuestiones al aire... ¿Por qué sólo televisa está siendo contemplada en el boicot y no TV azteca, o cadena 3 o, para el caso, cualquier otra televisora que caiga en el esquema de manipulación que tanto hemos estado denunciando (o sea, la mayoría)? ¿es que esas no manipulan?¿Contra qué estamos luchando precisamente? ¿Estamos preparados para aceptar las consecuencias de todo lo que estamos exigiendo?
¿Qué sigue en el movimiento, si es que hay tal? ¿Y que pasa si obtenemos lo que queremos? ¿Qué significa "democratizar los medios"? ¿Es sólo un pretexto para que se dediquen a transmitir lo que nosotros les decimos?
Más allá de cuestiones espinosas, me parece claro que hay algo que no se puede negar:
1. Los medios masivos de comunicación son un instrumento de control y manipulación per se, sin importar quién o quienes los ocupen.
2. Querer controlar lo que los medios dicen o no es querer controlar lo que la gente debe o no debe oír y ver. Podremos tener las mejores intenciones, pero nadie es dueño de la verdad, por lo que nada garantiza que, una vez con el control de la tele, no acabemos haciendo lo mismo.
3. La educación y la cultura no pueden ser impuestas, punto.
4. Es nuestro deber, en tanto que personas pensantes y tolerantes, que buscan una sociedad plural y participativa, sugerir a las personas que viven en el mundo de las apariencias que la tele les oferta que se desconecten un momento y empiecen a buscar alternativas. Algunos escucharán, la mayor parte no, pero es la única tarea a la altura de la nobleza de nuestras intenciones. Hacer más aue esto, sería un error que se pagaría caro en el futuro a mediano plazo.
No. Televisa no es el enemigo. Televisa es una empresa que ofrece a las personas que la siguen entretenimiento y escapismo fácil. De mala calidad, de acuerdo, y con más desinformación que información. Pero esto es cierto para todos los transmisores de información masivos. Es en ese sentido que es la televisión en general el enemigo, es a ella a la que hay que pegarle. Y la mejor manera de hacerlo será apagándola, y mostrándole a los demás las conveniencias de apagarla.
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